viernes, 23 de septiembre de 2022

Te fuiste.

Cuando amar profundamente, terminar, el silencio y la ausencia de lo amado te hace doler un montón. Es una sensación terrible, como un hueco, un vacío profundo que te atraviesa entre el pecho y la espalda. Ese hoyo negro inexplicable te acompaña casi permanentemente, te deja sin palabras, sin lágrimas, sin esperanzas. El recuerdo de lo vivido se queda como un rollo viejo de fotografía sin revelar y cuadro a cuadro te dibuja una sonrisa, un momento, un color, una textura, un algo que termina en una inevitable emoción nostálgica que te desconcentra y como en espiral te regresa al punto de inicio... Sentir tu ausencia. Tengo más miedo de olvidarte que vivir la tristeza de tu partida… es que hay muertes que no necesariamente son físicas y el olvido es una de ellas. Igual nuestras vidas pasaron por demasiado, así que quizás sea improbable borrarte. Me habría gustado abrazarte antes de tu partida... pero ya no se puede. Si hay algo que tengo claro es que te extrañaré. Feliz llegada y mejor partida

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